Suscríbete

Suscríbete a nuestro boletín y recibe noticias y notificaciones.

Raíz mía

Máscara contra Bordados

En alguna ocasión presenciaste alguna danza de tipo ritual. Eso es parte del común colectivo y la diversidad de nuestro país.

Diablo Mayor, Tócuaro 2024. Máscara de Omar Ramos Rodríguez.
Diablo Mayor, Tócuaro 2024. Máscara de Omar Ramos Rodríguez.

Las danza-drama eran obras dialogadas hasta el siglo XVIII, según Óscar Armando García Gutiérrez sirvieron para relatar hechos de conquista o en otros casos como textos de evangelización, como es el caso de Las Danzas de Pastores. Conforme el paso del tiempo, estos diálogos se han perdido y fueron sustituidos solamente por las danzas. Sin embargo, hay poblados en Michoacán que actualmente conservan dichos textos y son dignos de estudio. Según relata Antonio de Ciudad Real en 1588 en La Relación Breve y verdadera cosa de las muchas cosas que sucedieron al padre Fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España, observamos cincuenta y dos menciones sobre bailes, danzas y acompañamientos musicales como parte de la recepción a los frailes en las comunidades, y por lo que sabemos, el proceso de contacto y adaptación fue muy rápido.

En el caso de Tócuaro (Hacha de piedra en purépecha) la población representa su danza-drama de tipo pastorela en la fiesta que se lleva a cabo del 2 al 5 de febrero de cada año. Lo que merece la atención es el uso de las imágenes con alta cosmogonía local a partir del sincretismo europeo.

Por otro lado, es importante mencionar que las fiestas entre europeos y nativos fueron parte esencial del proceso de evangelización e integración de costumbres entre el santoral y el calendario agrícola. Es por esta razón que el fervor de las fiestas persiste hasta la actualidad.

 

Máscara de Luzbel del Maestro Omar Ramos Rodríguez, 2024. Fotografía. Archivo Personal.

¿Una pastorela en febrero?

Así es, en Tócuaro esta danza-drama se relaciona con su ciclo agrícola, el comienzo del año mesoamericano y la relación de la tierra con el agua, ya que esta comunidad es una de las que circunda el Lago de Pátzcuaro.

LAS IMÁGENES DEL MAL

La presencia del diablo en Mesoamérica lo observamos en varios textos como el Códice florentino y la Relación de Michoacán en donde el personaje medieval simboliza todas las costumbres que deben ser exterminadas por los hombres del bien, como la lujuria, la flojera, la embriaguez.

En la pastorela de Tócuaro los diablos, Luzbel, Astucia y Pecado, aparecen con dos serpientes que simbolizan el agua y la tierra formando así el gesto del personaje, así como el color negro como fondo de lo desconocido. Por su parte, los artesanos incluyen animales y ánimas. La indumentaria consta de una capa, faldón y una corona de espejos, así como textiles bordados de gran colorido por lentejuelas y chaquiras que imitan a los espejos del lago y así mismo tratan de deslumbrar a las buenas almas.

 

La danza dialogada y los bastones estelares. Niño Lenin Castillo Araujo. Archivo: Gabriel Castillo Guerrero.

LAS IMÁGENES DEL BIEN

El texto habla de pastores que ya están casados y no quieren acudir al templo porque no tienen nada que ofrecer al Niño Dios. Lo interesante es que en esta comunidad los pastores son niños o pubertos que no portan máscara ya que no tienen nada que esconder.

Llama la atención la confección de sus trajes bordados por el famoso deshilado a punto de tomatillo (referencia local a la flora) y el color blanco de las telas de algodón. El sombrero lleva flores y en el caso de los niños una capa como la observamos en las imágenes sacras del siglo XVI, así como un bastón estelar del que se infiere simboliza los puntos cardinales del occidente mesoamericano y se conserva en muchas danzas con diferentes representaciones.

La comunidad conserva estas dos actividades económicas en la actualidad: el bordado y la manufactura de las máscaras.

Deshilado de la comunidad Lagunera. Niño Diego Armando Torres Castillo. Archivo Personal.

¿Te interesan las fiestas y su significado?

Escríbenos a MODU.   

 

Omar Ramos Rodríguez

Estudió en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Michoacana, se especializa en restauración del Arte Sacro en madera y pasta de caña. Aprendió a los ocho años de manera autodidacta. Proviene la línea artesanal de Juan Horta famoso mascarero local.

Luzbel y el Pastor. Niño Diego Armando Torres Castillo. Fotografía. Jesús Castillo Martínez.Permisos de la Comunidad.

Fuentes:

Castillo Ponce, Tania. “Estética y función escénica de la máscara de diablos en la danza de Tócuaro, Michoacán” Tesis de maestría, Universidad Nacional Autónoma de México, 2021.

García Gutiérrez, Óscar Armando: “El concepto de representación en la historiografía teatral: una aproximación”. En Representaciones, horizontes y desafíos de un concepto, editado/coordinado por Mariana Masera, p.p. 56-73. México: Universidad Nacional Autónoma de México/ Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales, 2021.

Horcasitas, Fernando. Teatro Náhuatl I. Selección y estudio crítico de los materiales inéditos de Fernando Horcasitas, México: UNAM. 2004.

Tan Castillo

Tan Castillo

About Author

Historiadora del Arte, Músico y Dramaturga egresada de la UNAM. Estudió Arqueología en la ENAH. (Activo)

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede gustar

Patrimonio Raíz mía

AMOR Y FLORES: Los Dioses Mexicas de la sexualidad, la fertilidad y el amor

La cosmovisión mesoamericana nos ofrece diversas interpretaciones sobre la relación de los hombres con el espacio, el lugar y el
Música Raíz mía

EL SONIDO DE NUESTRAS RAÍCES: Entrevista a Rodrigo Sierra Moncayo

Imagina que en un tiempo remoto, la humanidad deja de existir y muchos años después, alguien quisiera saber el tipo
Verificado por MonsterInsights