Luego de 100 años de historias clásicas, hacía falta contar historias diferentes y desde otra perspectiva con conflictos actuales. Esto nos ofrece “Nimona”, otro rescate bien ejecutado por parte de Netflix, el cual ha logrado obtener buenas críticas y con ello una bien merecida nominación al Oscar como Mejor Película de Animación.

Dentro de una ambientación medieval con alta tecnología, seguimos los esfuerzos del caballero Bellister, quien es acusado de la muerte de la Reina, una posibilidad que sorprende a todos sobre todo por ser ella quien da la posibilidad a él de formar parte del grupo exclusivo de caballeros.

Para lograr el objetivo de limpiar su nombre, Bellister se encontrará con la extrovertida Nimona (o ella lo encontrará a él) una adolescente con la habilidad de transformarse en cualquier animal, desde una enorme ballena, hasta una ágil pajarita; y que desea insistentemente en poder ser su “compinche”.

Es importante resaltar que, además de ser una historia muy dinámica y entretenida, expone una necesidad actual: el no etiquetar a nadie considerando sólo una perspectiva unilateral desde el desconocimiento o miedo a lo diferente. Lo anterior queda claramente definido cuando en diversas ocasiones se le cuestiona a la protagonista que ¿qué es?, a lo que ella enfáticamente siempre responde: “¡Soy Nimona!”, buscando que ninguna característica sea lo que la defina, sino que ella simplemente buscar “SER”.

Sin duda es una animación refrescante con un mensaje actual, no sólo simbólicamente sino también expresamente al visibilizar como parte del contexto (y no como hilo conductor), como cualquier otra historia lo haría, una relación sentimental. En este caso y siendo fiel al comic original de ND Stevenson, una relación LGBTIQ+.

“Nimona” es una película que no pasará desapercibida para quienes en algún momento necesitaron de una oportunidad para pertenecer, formar parte de algo y a su vez, un empujón para confiar en si mismos.

Imagenes: extraídas del sitio oficial Netflix y de https://doblaje.fandom.com