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Patrimonio

CERROS, FIESTAS Y CALENDARIOS MEXICAS ¿Por qué México es un país tan fiestero?

Los mexicas formaron un Estado poderoso desde la Cuenca de México, que llegó a dominar vastas regiones de Mesoamérica. A nivel cultural, los mexicas lograron una síntesis de elementos nuevos que combinaron con antiguas tradiciones de la cosmovisión mesoamericana junto con la percepción de la naturaleza. La información sobre las fiestas del calendario mexica reunida por los cronistas españoles del siglo XVI, principalmente fray Bernardino de Sahagún y fray Diego Durán, constituye a evidencias para los estudios de los calendarios y la astronomía prehispánicos. Por esta razón el paisaje es importante para la iconografía y el pensamiento precolombino.

Las fiestas se regían según el calendario xiuhpohualli, “la cuenta de los años”. El segundo ciclo calendárico mesoamericano, el tonalpohualli, de 260 días, daba los nombres a los días y los años. Había ciertos ritos que dependían de él y se repetían cada 260 días. Sin embargo, aquí nos referimos al año solar de 365 días (huitl), que estaba dividido en 18 meses de 20 días, más cinco días restantes (nemontemi). Estas manifestaciones y reuniones se volvían sagradas ya que se realizaban en la noche y así mismo constituían una atmósfera teatral y de representación mística. Los organizadores de estas representaciones dramáticas eran los sacerdotes, aunque los gobernantes también colaboraban por razones de jerarquía al orden sagrado. A lo largo del año, un numeroso grupo de sacerdotes se encargaba de la preparación y organización de las ceremonias.

En algunas de estas fiestas se afirmaba la misión histórica del pueblo mexica como señores de México —el panquetzaliztli—, o se evocaba ritualmente a su pasado chichimeca como cazadores, recolectores y guerreros (quecholli). Estos ritos generalmente se relacionaban con los cultos al Sol y a Venus. Durante el siglo XV, los mexicas crearon un “paisaje ritual” que abarcaba numerosos adoratorios o “lugares sagrados” en el paisaje de la cuenca. La interacción con la naturaleza y el papel de las montañas sagradas y los lagos fueron de primordial importancia. Según afirma la arqueóloga Johanna Broda quien es especialista en los estudios arqueoastronómicos y a su vez, la devoción o culto a los cerros.

Un ejemplo de esta relación entre el calendario y “el paisaje ritual” y que podemos observar hasta la fecha, es el cambio de ciclo anual en el Monte Tláloc (a 4100 metros sobre el nivel del mar), con un efecto óptico que los mexicas tomaban como referencia para el inicio del calendario.

Por otra parte, las fiestas de la gente común se efectuaban alrededor de los procesos de producción: el culto a la fertilidad (las fiestas de los dioses de la lluvia y del maíz) se relacionaba con la producción agrícola, y el culto a los dioses patrones de los oficios con la producción artesanal. Por esta razón es que hoy en día observamos con mucha devoción el sincretismo de estas fiestas en las patronales de algunos estados en el centro del país.

Una relación entre el mito y la evidencia arqueológica la podemos observar con el nacimiento de Huitzilopochtli, máxima autoridad Mexica, ya que este fue concebido de igual manera que Cristo; por una circunstancia divina, cuando su madre barría un templo como penitencia y resguardó una pluma. Por esta razón, para los Conquistadores esta leyenda-funcional permitió introducir al cristianismo de manera simbólica y coincidente.

La relación con los cerros como lugar místico en donde las fuerzas se unen para el ciclo de la vida (viento, agua, naturaleza) es importante en el sistema de creencias de los antiguos habitantes de este país que hoy conocemos como México.

 

NACIMIENTO DE HUITZILOPOCHTLI

En Coatepec, por el rumbo de Tula,

allí habitaba una mujer

de nombre Coatlicue.

era madre de los 400 Surianos

y de una hermana de éstos

de nombre Coyolxauhqui.

Y esta Coatlicue allí hacía penitencia,

barría, tenía a su cargo el barrer,

así hacía penitencia,

en Coatepec, la Montaña de la Serpiente,

y una vez,

cuando barría Coatlicue,

sobre ella bajó un plumaje,

como una bola de plumas finas.

 

En seguida lo recogió Coatlicue,

lo colocó en su seno.

Cuando terminó de barrer,

buscó la pluma, que había colocado en su seno.

pero nada vio allí.

En ese momento Coatlicue quedó encinta.

 

A ver los 400 Surianos que su madre estaba encinta,

mucho se enojaron, dijeron:

–   “¿Quién le ha hecho esto?

¿Quién la dejó encinta?

Nos afrenta, nos deshonra”.

 

Y su hermana Coyolxauhqui les dijo:

 

-“Hermanos, ella nos ha deshonrado

hemos de matar a nuestra madre,

la perversa que se encuentra ya encinta.

¿Quién le hizo lo que lleva en el seno?

Cuando supo esto Coatlicue,

mucho se espantó,

mucho se entristeció.

 

Pero su hijo Huitzilopochtli, que estaba en su seno,

le confrontaba, le decía:

 

-“No temas,

yo sé lo que tengo que hacer”.

Habiendo oído Coatlicue

las palabras de su hijo,

mucho se consoló,

se calmó su corazón,

se sintió tranquila.

 

Y entre tanto, los 400 Surianos

se juntaron para tomar acuerdo,

y determinaron a una

dar muerte a su madre,

porque ella los había infamado.

 

 

dice Florentino, Lib. III. Cap. I Traducción directa del náhuatl hecha por el Dr. Miguel León-Portilla.

Tan Castillo

Tan Castillo

About Author

Historiadora del Arte, Músico y Dramaturga egresada de la UNAM. Estudió Arqueología en la ENAH. (Activo)

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