Esperen, esperen,
dejadme soñar
Dejadme que el aro del sueño
envuelva mi espíritu.
¡Dejadme volar!
¡Dejadme vivir!
Dejadme extasiarme en el Olimpo
en dónde, los Dioses aun albergan.
En dónde, las mieles habitan en los arroyos.
¡Arroyos, profundos del amor!
¡Dejad! …
¡Dejad!