¿Cuál será la correcta?…

Te regalo una imagen bastante frustrante. Un niño tirado, llorando, pataleando, gritando, haciendo una gran rabieta en la fila del súper. Mamá o papá intentando calmar al pequeño, mientras se convierte en una enorme maraña de emociones que van desde la vergüenza por no poder parar la rabieta, hasta sentirte juzgados por el ser que se para frente de ti y te comenta  delicadamente “si fuera mío” –con dos nalgadas lo calmo– ¡ah!

Y sí, a todos nos ha pasado. En temas de maternidad y paternidad no saber qué hacer con una rabieta o berrinche, ver a tu pequeño, ese ser al que amas con todo el alma, inmerso en un desborde emocional, y me imagino que como ya te habrás preguntado ¿cuál es la mejor forma de parar un berrinche y como aprender a qué tu pequeño gestione mejor sus emociones y aprenda a lidiar con su frustración? Si el tan desatinado comentario de dos nalgadas serán la solución o cuál es el camino que quieres elegir para educar. Creó que como todo, primero hay que saber en qué consiste cada una aquí te dejo los diferentes estilos de crianza.

Para empezar, ¿qué se entiende al decir criar? desde una visión muy generalizada, es brindar al pequeño las herramientas necesarias para que transite por la vida, desde elementos básicos como atención, hasta valores que lo van a ayudar a poder ser funcional dentro de la sociedad.

Crianza Autoritaria

Si, aquí pertenecen los team “dos nalgadas”. Este tipo de crianza está basada en obtener obediencia desde la inflexibilidad y la exigencia. Está a favor del castigo y a veces de la violencia, tanto física como psicológica. Lo que comúnmente se busca son resultados inmediatos. Y en los pequeños que se educa con este tipo de crianza se han encontrado rasgos de temor, irritabilidad, infelicidad y rencor hacia sus padres. Además de volverse personitas vulnerables al estrés. Esto según datos de páginas de psicólogos y la UNICEF.

Crianza permisiva

Este tipo de crianza se nos va del otro lado de la balanza es un exceso de cariño y miedo a dañar al pequeño, al que se le vulnera poniendo pocos límites o nulos. Se permite que el pequeño tome el control. Y no vea a papá y a mamá como figuras de autoridad. Como resultado se obtienen niños agresivos y dominantes, con baja autoestima y poco autocontrol.

Crianza Negligente

Esta se basa en la indiferencia y el rechazo, no siempre es de manera voluntaria a veces es resultado de la vida ajetreada de los padres. Esta se da desde hacer caso omiso a las necesidades del pequeño hasta dejar de cubrir sus necesidades básicas.

Cómo resultado son niños con poca autoestima que amenazan su seguridad, buscando fuera de casa la visibilidad y aprobación que se les niega.

Crianza respetuosa

Este tipo de crianza busca estar libre de violencia, un trato respetuoso y la promoción de límites claros y sanos.

Se busca el desarrollo funcional y la independencia del pequeño. Motivándoles a la gestión de sus emociones, de la mano de los valores universales cómo el amor y la empatía.

Cómo resultado de este tipo de crianza los pequeños son niños más seguros, con mayor autoestima, que respetan y confían en sus figuras de autoridad.

Y si bien, en mi andar como mami, sé que es muy retador educar con respeto y fomentar valores. Considero que la mayoría buscamos el bienestar para nuestros niños y al día de hoy, hay muchas herramientas que te pueden ayudar a lograr ese objetivo, desde buscar páginas, videos, libros, hasta redes de apoyo como comunidad para aprender a tener un mejor rol y nunca olvidar que ellos son el reflejo de lo que nosotros somos.

Recibe un abrazo, y déjame decirte que lo estás haciendo genial, y no dudo que encontrarás la mejor manera de dejar un ser humano de valor para la sociedad.

Te comparto esta frase que  hace poco escuché y me encantó:  “educa desde la memoria” (cómo se sentiría mi yo de X edad en la misma situación).

Recuerda que esto es mi opinión y una pequeña aportación Cuéntame, ¿cuál es la tuya?

 

“Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en lo absoluto”.

Aristóteles