En México empleamos la frase “¡está en chino…!” para referirnos a que algo escapa enteramente a nuestra comprensión o en otro sentido, algo que es muy complicado o difícil de llevar a cumplimiento. Es pues, nuestra metáfora de la incomprensibilidad no solo en el lenguaje sino en la vida misma. Y el amor no es la excepción.
Las canciones pop, novelas, películas y series tienen como fondo las vicisitudes que se viven cuando Cupido ha flechado a uno o a ambas partes de la pareja, pues como reza la máxima de aquel bohemio de la Clavería “Casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar”
Las relaciones de pareja que están “en chino” es uno de los recursos más usados y divertidos en lo que a contar historias se refiere, después de todo no tendría gran entretenimiento presenciar una relación en la que todo sea miel sobre hojuelas.
Repasemos pues una pareja ficticia en donde el amor está en…pues en chino:
AKANE TENDO Y RANMA SAOTOME: Del manga Ranma ½ de Rumiko Takahashi.
Akane de 16 años ha sido prometida a Ranma en un matrimonio arreglado por los padres de ambos (¡mal inicio!) y es la antítesis de una chica de su edad, que no sabe cocinar, es agresiva y no hace labores en casa, pero tiene un dominio muy avanzado de las artes marciales que usa para defenderse de sus “pretendientes” que la acosan todos los días a la entrada de la escuela.
Ranma, por otro lado, es un chico también de 16 años sano y experto en artes marciales, heredero del estilo de pelea libre, pero con una particularidad: Se transforma en niña cada vez que el agua fría toca su cuerpo, lo que le causa no pocos contratiempos tanto con Akane como con los eventuales adversarios a los que enfrenta, así como sus pretendientas que recurren a descarados coqueteos y que despiertan los más salvajes celos de Akane, aunque ella lo niegue.
La relación entre Akane y Ranma está viciada por la imposición de un matrimonio arreglado que ambos rechazan y ambos manifiestan su rebeldía a esta imposición en un repudio hacia el otro de diferentes formas: Ranma tacha a Akane de poco agraciada y critica los platillos que Akane llega a preparar de forma grosera; Akane no duda en llamarlo fenómeno y hasta pervertido.
Al avanzar la trama que está llena de peleas, romance, técnicas secretas y hasta encantamientos, vemos que tanto Akane como Ranma declaran afecto y amor el uno por el otro, aunque estuviera en chino.
