En está ocasión hablaremos de las “Madres”, sí como lo leyeron, de esas personas que día a día nos dan sin medida, quitándose la comida de la boca para satisfacer nuestras necesidades, esas figuras que dan todo sin pedir nada a cambio.
Pero en realidad entendemos ¿Qué significa esa figura materna?
Como cultura sabemos que es la parte principal de una familia, el sostén de una casa, y a veces damos por entendido que por pertenecer a un género femenino es igual a maternidad, pero la realidad es otra. Cuántas historias conocemos de mujeres que han renunciado a ser madres, mujeres que lo son sólo por cumplir una exigencia familiar y social, mujeres que no lo han logrado por cuestiones fisiológicas, mujeres que lo han dejado hasta el último momento, mujeres que sólo le dan gusto a la pareja, son miles de decisiones asertivas o erróneas que las llevaron a vivir ese rol.
También la sociedad nos ha generado creencias limitantes, como el pensar que una madre debe sacrificar su desarrollo personal y profesional por sus hijos, pero también está el caso de aquellas mujeres que nacieron para ser mamás. Cada uno de los casos particulares es respetable, pero no por eso debemos querer cumplir un estándar de la MADRE PERFECTA.
La importancia de llevar un rol materno es la creación del vínculo que se genera desde el momento del embarazo, nos hacen creer que esta etapa es la soñada y la más hermosa en una mujer, puede ser que sí lo sea para algunas, pero para las que presentan un embarazo de alto riesgo, para aquellas que no es deseado, nos hacen creer que sólo por ser mujeres tenemos el instructivo para llevar un embarazo. La realidad es que se experimentan tantas emociones y una guerra hormonal que nos puede llegar al miedo y a la incertidumbre. Cuando llega el bebé se puede experimentar angustia por los cuidados que requiere el neonato, es ahí donde se generan sentimientos de angustia, depresión, culpa y ansiedad, por no llegar a ser una “buena madre” ante los ojos de una sociedad.
Durante la infancia podemos seguir sintiendo lo mismo, por los cuidados y responsabilidades que requiere un niño en esa etapa, podríamos volvernos sobreprotectoras, permisibles, autoritarias, todo depende de los aprendizajes que poco a poco fuimos adquiriendo con nuestra familia nuclear.
La adolescencia, sinónimo de rebeldía, donde se puede intensificar o cambiar las emociones vividas en las etapas anteriores, los cambios que vienen en esta etapa nos obligan a modificar emociones y pensamientos, porque ahora no es sólo alimentarlos y cuidarlos, se une el apoyo emocional, poner en práctica la socialización. Los adolescentes empiezan a tomar sus propias decisiones, y aquí se ponen en práctica las enseñanzas que dimos. Y seguimos teniendo ansiedad, estrés y sentimientos de culpa en menor o mayor medida.
Cuando los hijos se vuelven adultos independientes persisten estás emociones y sobre todo la exigencia de ser una madre perfecta, pero ahora por estar siempre cuando ellos nos necesiten.
El querer ejercer la perfección en la maternidad puede ocasionar olvidarnos de nosotras, tener baja autoestima, sentir la presión social, sentir que nadie nos comprende, nos aislamos, llegamos a la depresión, dejando pasar tanto tiempo sin podernos mirar como las mujeres que somos, perdiendo la oportunidad de un desarrollo profesional o personal.
Algo que aprendí es no sacrificarte por los hijos, porque de esa manera también nosotros les enseñamos a mirarse, a valorarse, a tomar decisiones asertivas, a tener seguridad, a reconocerse como individuos importantes e inteligentes.
El vínculo que se genera entre la madre e hijo es el inicio de un desarrollo emocional y cognitivo siendo fundamental para el desarrollo del bebé, la madre como cuidadora primaria es la que brinda seguridad, protección y regulación emocional. Así que por todo esto, una madre es tan importante en la vida de todo ser humano.
Es importante la consciencia de una maternidad acompañada de una buena salud mental, por lo que no olvides tener redes de apoyo con amistades, darte tu tiempo, ser compasiva contigo, no crear expectativas inalcanzables, asistir a terapia.
Yo recuerdo que cuando me enteré que estaba embarazada me entró un gran miedo y ahora que va pasando el tiempo sigo sintiendo ese gran miedo por diferentes cosas, pero es importante no olvidar que nosotras como madres representamos abundancia, vida, éxito, así que no olvides que “MADRE SOLO HAY UNA”.
Espero que hayas pasado un día genial, recuerda que todos los días hay que celebrar y honrar la vida de nuestras mamás sin dejar de lado a la mujer que hay detrás de cada madre.
“Feliz día hoy y siempre”
Dejo esta serie coreana como recomendación “La buena mala madre”, para reflexionar entorno a este complejo rol.
Nelly
mayo 14, 2024Una excelente reflexión de la humanización de la mamá, usualmente la imagen de mamá la llevamos a niveles extremos. Bravo a la autora!
Pérez García
mayo 14, 2024Antes de jugar un rol, somos personas, gracias por leer y tus felicitaciones.💜
Mariana Pega
mayo 14, 2024Así es Nelly, por esos es importante no dejar de lado que siempre seremos personas.
Gracias por las felicitaciones!!
Mayra Guadalupe Cotero
mayo 14, 2024Agradecer por conocer esta página y son muy certeros los comentarios y/publicaciones felicidades y me pueden seguir compartiendo
Pérez García
mayo 14, 2024Gracias por leernos y tus felicitaciones, claro que seguiremos compartiendo
Mariana Pega
mayo 14, 2024Agradezco que nos leas y por las felicitaciones, claro que seguiremos compartiendo los artículos.