Celos, podría ser una palabra muy común entre nosotros, es posible que en diversas personas se haya normalizado el sentirlos y expresarlos, entendiéndolos como una forma de amar.
Cuántas veces se ha escuchado entre las personas, “no quiere que le hable, no quiere que me vista de tal manera, me quiere solo para él”, entre otras frases. Y eso nos pone felices porque nos formamos la idea de que así se demuestra el amor.
Los celos no aparecen únicamente en una relación de pareja, estos se experimentan también con amigos y familiares, en un contexto social, académico y laboral.
Son considerados como una emoción natural que nos permite estar en un estado de alerta o peligro. Por lo que podemos ver que no son del todo malos. Las emociones que se experimentan es el miedo al abandono, la desconfianza, y la vergüenza.
¿Sabes cómo se sienten los celos?
Debemos entender que los celos se basan en tres emociones básicas: la ira, la tristeza y el miedo; físicamente se traduce en una falta de relajación mental y corporal, el aumento del ritmo cardiaco, se eleva la presión arterial, hay jaqueca, dolor de estómago, manos sudorosas, en algunas ocasiones se puede perder el apetito y sufrir de insomnio.
Algunas de las causas que nos llevan a conocer los amigables celos son:
La inseguridad, la baja autoestima, la co-dependencia, la comparación, el control, la falta de atención, el miedo a la soledad y la necesidad de validación.
Una vez que aceptamos que esta emoción invade nuestro cuerpo físico y nuestra mente, nos puede llevar a generar algunos efectos negativos como: ansiedad, frustración, enojo, falta de concentración y conductas obsesivas, aunados a la fatiga emocional, temor, aislamiento social y algunos sentimientos de culpa.
Claramente debemos darnos a la idea de que solo compartimos tiempos, espacios y momentos, que él otro no nos pertenece y que nadie debe ser igual.
Al descubrir y aceptar esto que sentimos es importante, la advertencia que nos envía es para darnos cuenta de las necesidades que debemos cubrir. No olvidemos que es normal sentir celos, el problema de sentirlos depende de la frecuencia, la intensidad y cómo modifican nuestra conducta. Los celos dejan de ser normales cuando el sufrimiento es continuo, el miedo al abandono es intenso y se empiezan a vivir complicaciones como: dudas constantes, violación de la privacidad, acusaciones, manipulaciones, discusiones, problemas de comunicación, control excesivo, agresiones, entre otros. Todo ello puede llevar a un deterioro emocional.
Los celos pueden ser tratables siempre y cuando aceptemos la falta de control y reconozcamos que las conductas presentes nos van generando conflictos en las relaciones que tenemos, ya que la comunicación se vuelve distorsionada.
Podemos lograr controlar los celos, sí, siempre y cuando evitemos pensamientos irracionales, teniendo objetivos, diferenciando lo real y lo imaginario, comunicar los sentimientos, identificar la conductas que han detonado estos y comentarlas, evitando impulsos, ser tolerante, vuélvete más independiente y autónomo, confía en ti mismo, no te compares, reconoce tus fortalezas, acepta tu emoción y si no logras controlarlos busca ayuda profesional, una buena opción de terapia Cognitivo-conductual.