La belleza es un aspecto que experimentamos con recurrencia en nuestro día a día, el cual, dependiendo el contexto y cosmovisión que se contenga, podemos aplicarla en personas, objetos, situaciones o animales que nos evoque esa percepción al contemplarlos o interactuar con ellos.
Al enfocar el aspecto de belleza a las personas, podemos referirnos a un tercero o a uno mismo. ¿Quién no se ha reconocido como bello en diferentes niveles? Lo cual es importante para construir nuestra seguridad y amor propio, pero ¿qué sucede cuando esta apreciación hacia nosotros mismos es excesiva o exagerada? La belleza se puede transformar en soberbia, vanidad u obsesión.
Lo anterior ha inspirado distintas historias, entre las más destacadas: “Narciso” en la Mitología Griega, quien por soberbia y rechazar fríamente a la ninfa Eco es azotado por la maldición de sólo enamorarse de si mismo; y “El Retrato de Dorian Gray” (Oscar Wilde) donde Dorian al convencerse de que la Belleza física es lo más importante, por causa sobrenatural consigue que sea un retrato quien envejezca y refleje todos sus actos malvados para que él puede seguir permaneciendo joven.
Un relato mucho más suave y con un final feliz es el de “La Bella y la Bestia”, en la cual un príncipe soberbio es maldecido convirtiéndolo en un bestia hasta que conozca quien se pueda enamorar de él más allá de la belleza física y así romper el encantamiento.
Esta última historia es retomada por Serena Valentino en el libro “La Bestia: Una historia sobre la belleza de un Príncipe”, en la cual veremos que, a pesar de ser un príncipe soberbio y engreído, no era impedimento para gozar del aprecio de los sirvientes del castillo, contar con la amistad sincera de Gastón y gozar del amor genuino de Circe. Pero algo que no sabía el príncipe de Circe es que era hija de un criador de Cerdos y cuando se entera cruelmente la rechaza. Lo anterior genera que más tarde reciba una advertencia: “Las crueles acciones que continues realizando estropearán la hermosura de tu rostro, revelando a todos la verdadera bestia que eres”.
Posteriormente y sin señales de una posible maldición, el príncipe se olvida de ella y conoce a la princesa Tulip de Morningstar quien se enamora de él y quien es acompañada siempre por “Nana”. Al transcurrir el tiempo comienza a tomar enserio la maldición y a preocuparse por terminar siendo una bestia. Descubriremos cuales fueron estos actos ruines realizados unos por convicción, otros por miedos y la razón por la cual la maldición no pudo romperse con Tulip.
“La Bestia: Una historia sobre la belleza de un Príncipe sin duda nos mantendrá interesados de principio a fin ya que también hace referencia a otros personajes que seguirán siendo trascendentes para los futuros relatos de la serie.